Fuentes de contaminación en México
Como consecuencia de varios siglos de actividad minera en México y
posteriormente, debido a la industria de la química básica, petroquímica y de
refinación del petróleo, se han producido cantidades muy grandes, pero muy
difíciles de cuantificar, de residuos peligrosos. Aunado a lo anterior, la
intensa actividad de otras industrias, junto con accidentes durante el
almacenamiento, transporte o trasvase de sustancias (fugas, derrames,
incendios) y la disposición clandestina e incontrolada de residuos, contribuyen
en gran medida a la contaminación de suelos (SEMARNAT, 2002). El número de
sitios contaminados, aún en las estimaciones más conservadoras, asciende a
varios miles de lugares cuyo riesgo potencial es desconocido. De acuerdo con
datos publicados por el INEGI (2000), la superficie de suelo degradado por
causas de contaminación en 1999 fue de 25,967 km2.
Todos los eventos en los que se encuentran involucradas sustancias que implican
algún riesgo para el ambiente o la población y que puedan generar la contaminación
de suelos y cuerpos de agua, son conocidos como emergencias ambientales. De
acuerdo con estadísticas de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente
(PROFEPA), cada año se presentan en México un promedio de 550 emergencias
ambientales asociadas con materiales y residuos peligrosos. Dentro de los
compuestos peligrosos más comúnmente involucrados en emergencias ambientales,
se encuentran el petróleo y sus derivados (gasolinas, combustóleo, diesel),
agroquímicos, gas LP y natural, entre otros (Figura 2).
Figura 2. Principales sustancias involucradas en
emergencias ambientales reportadas a la PROFEPA entre 1997 y 1999 (PROFEPA,
2002).
Dentro
de los contaminantes que se consideran prioritarios en México debido a su alta
toxicidad y a su persistencia en el ambiente, se encuentran los siguientes:
dioxinas, furanos, hexaclorobenceno, bifenilos policlorados (BPCs), plaguicidas
organoclorados, mercurio, plomo, cromo, cadmio, compuestos tóxicos atmosféricos
e hidrocarburos poliaromáticos (HAPs). De éstos, compuestos como los BPCs se
han almacenado en tambores que, en muchas ocasiones, han sido dispuestos
clandestinamente. Por su parte, los HAPs se encuentran como componentes de los
hidrocarburos totales del petróleo (HTPs).
Como se mencionó, en todo el país existen problemas de contaminación aún no
cuantificados con precisión. Sin embargo, pueden mencionarse de manera
cualitativa los problemas de contaminación generados por el uso de
agroquímicos, tanto fertilizantes (en especial los nitrogenados) como de
pesticidas (fungicidas, herbicidas e insecticidas); los que son consecuencia
del derrame y fugas de combustibles (petróleo y derivados), así como los
ligados a actividades mineras, en sus etapas de extracción como en las de
procesamiento de los materiales obtenidos (INEGI-SEMARNAP, 1997). A
continuación se mencionan algunas de las principales fuentes de contaminación
de suelos en México.
Industria petroquímica
La industria petroquímica en México se ha desarrollado aceleradamente,
generando diversos satisfactores económicos. Sin embargo, su expansión y
desarrollo también ha dado origen a graves problemas ambientales, derivados de
emergencias ambientales, con graves repercusiones a la salud de la población y
al equilibrio ecológico de los ecosistemas (Quadri, 1994; PROFEPA, 2000). Entre
las causas que han generado este deterioro ambiental por la contaminación de
cuerpos de agua y suelos a lo largo de todo el país, se encuentran las siguientes:
(i) manejo inadecuado y abandono de materiales y residuos peligrosos; (ii)
mantenimiento inadecuado o falta de éste en instalaciones petroleras; (iii)
explosiones en instalaciones de alto riesgo; (iv) fugas en líneas de
conducción; (v) derrames de hidrocarburos (CENAPRED, 2001; PROFEPA, 2002).
En el inventario de residuos peligrosos de PEMEX en el 2001 reportan la
generación de más de 270 mil toneladas de residuos peligrosos. Aproximadamente
el 86% del volumen total de estos residuos, corresponde a lodos y recortes de
perforación (72%), lodos aceitosos (8%) y aceites gastados (6%).
Con respecto a los derrames y fugas de hidrocarburos, PEMEX reporta que durante
el año 2001 hubo un total de 8,031 toneladas de hidrocarburos (crudo, diesel y
gasolina) derramados en su mayoría en tierra, en los cuatro sectores de ductos
del país (PEMEX, 2001). Esta última cifra es importante, ya que de esta manera
puede estimarse la magnitud de la contaminación en los sitios cercanos a los
derrames. Uno de los estados con mayor incidencia de sitios contaminados por
actividades petroleras es Veracruz. De acuerdo con información de PEMEX, dos de
los lugares más contaminados por hidrocarburos a nivel nacional son la
refinería "Lázaro Cárdenas" y el pantano de “Santa Alejandrina”,
ambos ubicados en el sureste de México.
Industria minera
La minería es una de las actividades económicas de mayor tradición en México,
que contribuye en gran medida con el desarrollo económico del país,
suministrando insumos a una serie de industrias (construcción, metalúrgica,
siderúrgica, química y electrónica). De acuerdo con información de la Dirección
General de Minas, la industria minera nacional es mayoritariamente metálica, y
se dedica principalmente a la producción de cobre, zinc, plata y plomo.
Debido al desarrollo y modernización en los procesos de extracción y procesamiento
de los recursos minerales, así como a la generación de grandes cantidades de
residuos provenientes de sus procesos, la industria minera en México ha
generado por décadas una gran cantidad de desechos y sitios contaminados a lo
largo de todo el país. La producción minera en México, se concentra en doce
entidades: Chihuahua, Michoacán, Zacatecas, Durango, Sonora, Coahuila,
Guanajuato, San Luis Potosí, Hidalgo, Sinaloa, Colima y Jalisco. En la Tabla 1,
se resumen las etapas de los procesos mineros y su relación en cuanto a impacto
al ambiente.
Tabla 1. Relación de la actividad minera y su impacto al ambiente.
Fase
|
Descripción
|
Impacto ambiental
|
Exploración
|
Barrenación, obras y perforaciones.
|
Destrucción de vegetación
|
Explotación
|
Obras diversas: tiros, socavones, patios para
depósito de minerales, zonas para descarga de materiales
|
Operación de presas de jales: arrastre de
residuos peligrosos.
Descarga de aguas residuales
|
Beneficio
|
Concentración
Trituración y molienda
Tratamientos previos
|
Generación de ruido
Vibración y emisión de polvo
|
Fundición y refinación
|
Obtención de metales y sus aleaciones (uso de
hornos industriales)
Eliminación de impurezas en los metales para aumentar la ley de contenido
|
Emisiones a la atmósfera, residuos peligrosos y
aguas residuales
|
FUENTE: Dirección General de Minas, Subsecretaría
de Minas, SEMIP, 1994.
En
general, todas las etapas que incluye un proceso minero, con excepción de la
prospección, que implica estudios preliminares, generan problemas ambientales
de alto impacto. Como puede verse, en todas las etapas se generan aguas
residuales, residuos peligrosos y, en algunos casos, emisiones a la atmósfera.
Sin embargo, dos de las etapas que más contaminación producen son las de
explotación de los minerales y la de fundición/refinación.
Agroquímicos
El uso excesivo de agroquímicos, así como el inadecuado manejo y disposición de
sus envases, ha sido un problema generalizado en México. Muchos de los
plaguicidas empleados en el país hasta la fecha, se han prohibido en otros
países por su toxicidad. Sin embargo, el número de plaguicidas se incrementa a
razón de 10% al año. Esto ha permitido que el número de productos que entran en
contacto con la población, se incremente en más de seis veces (CICOPLAFEST,
2000).
Los plaguicidas son el nombre genérico que recibe cualquier sustancia o mezcla
de sustancias que se utiliza para controlar plagas que atacan los cultivos o
insectos que son vectores de enfermedades. Según su composición química se
clasifican en: insecticidas (organoclorados, organofosforados, piretroides y
carbamatos), herbicidas (dinitrofenoles y triazinas) y fungicidas (fenoles y
compuestos de cobre y azufre) (CICOPLAFEST, 1996).
Todas estas sustancias son compuestos químicos tóxicos y por su aplicación en
tierras de cultivo, evidentemente son compuestos que se encuentran como
contaminantes de grandes extensiones de suelos en todo el país. En México aún
continúan en el mercado agroquímicos organoclorados como el ácido 2,4
dicloro-fenoxiacético (2,4-D), el pentaclorofenol (PCP) y dicofol, además de
plaguicidas a base de carbamatos y los organofosforados como el malatión.
Estaciones de servicio
Los productos combustibles como gasolina, diesel, combustóleo, gasóleo, gas
avión y gas LP, son producidos y distribuidos en México por PEMEX. La
distribución al menudeo de gasolina y diesel, se lleva a cabo en estaciones de
servicio (gasolinerías). Uno de los riesgos ambientales que involucra el manejo
de estas estaciones, son los derrames o fugas de combustibles, que provocan la
contaminación de los sitios en donde se encuentran los tanques de
almacenamiento (CENAPRED, 2001).
Ferrocarriles
Otra de las empresas paraestatales que ha contribuido a la contaminación de
aguas y suelos, es Ferrocarriles Nacionales, que se ha caracterizado por la
generación de aceites gastados. La principal razón por la que esta empresa ha
provocado la contaminación de suelos es por el almacenamiento inadecuado de
residuos y combustibles como creosota y aceites gastados (PROFEPA, 2002).
Disposición de residuos peligrosos
Debido al creciente volumen de residuos peligrosos generados en nuestro país y
a las capacidades existentes para su manejo, frecuentemente se presenta la
disposición clandestina de éstos en diversos sitios (tiraderos municipales,
terrenos baldíos, patios de empresas, drenajes), ocasionando así un aumento de
sitios contaminados con sustancias peligrosas de naturaleza tanto orgánica como
inorgánica. Por ejemplo, en 1980 en la mina Rosicler (Nuevo Mercurio,
Zacatecas), se encontraron abandonados cientos de tambores que contenían
residuos peligrosos como cloruro de mercurio, mezclas de químicos y BPCs. Se
tiene información de que el contenido de varios de los tambores se ha derramado
accidental o deliberadamente.
En la Tabla 2 se muestra una relación de sitios ilegales y/o abandonados, que
se detectaron por la PROFEPA en el periodo 1995 - 1997, en donde se han
desechado residuos peligrosos provenientes de diversas industrias (Kreiner,
2002).
Tabla 2. Tipos de residuos peligrosos que se encuentran como principales
contaminantes en sitios abandonados y/o ilegales en varios Estados de México.
Estado
|
Número de sitios
|
Principales residuos*
|
Baja California Norte
|
8
|
Aceites, metales, polvo de fundición, solventes
|
Baja California Sur
|
2
|
Escorias de fundición, jales
|
Campeche
|
4
|
Aceites, lodos de perforación
|
Chiapas
|
17
|
Hidrocarburos, plaguicidas, solventes
|
Chihuahua
|
13
|
Aceites, hidrocarburos, químicos
|
Coahuila
|
15
|
Aceites, hidrocarburos, jales, metales, químicos
|
Durango
|
3
|
Hidrocarburos, insecticidas
|
Estado de México
|
10
|
Aceites, escorias de fundición, químicos
|
Guanajuato
|
10
|
Aceites, escorias de fundición, lodos, metales,
compuestos organoclorados
|
Hidalgo
|
6
|
Escorias de fundición, pinturas
|
Jalisco
|
7
|
Diesel y combustible, baterías, lodos, químicos
|
Nayarit
|
5
|
Hidrocarburos, jales
|
Nuevo León
|
22
|
Aceites, cianuros, escorias de fundición,
hidrocarburos, metales
|
San Luis Potosí
|
10
|
Asbesto, escorias de fundición, lodos, metales,
pinturas
|
Sinaloa
|
4
|
Agroquímicos
|
Tamaulipas
|
8
|
Aceites, escorias de fundición, químicos
|
Veracruz
|
8
|
Azufre, hidrocarburos
|
Zacatecas
|
9
|
Jales, metales, químicos
|
TOTAL
|
161
|
|
* No se mencionan residuos biológico-infecciosos
FUENTE: PROFEPA, Informe Trianual 1995 -1997, 1998.
En
el periodo de 1995 a 1997, se detectaron 161 sitios abandonados contaminados
con residuos peligrosos en 18 Estados de la República. Sin embargo, se estima
que el número de sitios de este tipo que contienen residuos peligrosos, es
mucho mayor y se desconoce. Desde 1988, más de 27 mil empresas han cumplido con
la obligación de informar la generación de residuos peligrosos. Sin embargo, se
desconoce el universo de empresas generadoras que no informan y desechan sus
residuos clandestinamente, y se estima que el universo potencial es mayor a
100,000 (Mosler, 2002).
De acuerdo con esta información, dentro de los residuos peligrosos encontrados
con mayor frecuencia en tiraderos clandestinos se encuentran los desechos
provenientes de la industria minera (jales, metales y escorias de fundición) y
petroquímica (hidrocarburos y químicos), además de aceites gastados
provenientes de talleres mecánicos.